Fomento a la lectura

lunes, 17 de diciembre de 2007

¿Qué cualidades debería tener un buen animador a la lectura?

En mi opinión, un buen animador a la lectura lo primero que debe tener en cuenta es que nadaanimar si él mismo no se encuentra animado a leer. Ya sé que es algo obvio, pero creo que es lo más importante. ¿Cómo una persona va a animar a otra a leerse un libro si a esaa no le gusta ese libro o no le gusta leer?
Por otro lado, a la hora de animar a los demás, debería ser una persona bastante clara en laa de expresarse, puesto que cada persona es un mundo y todos le deben entender en sus explicaciones.
Debería tener en cuenta la edad de las personas para las que irá dirigida la animación. Si realiza esta animación con niños, debería ir acompañada de teatro, marionetas, dibujos; pero, por el contrario, si la realiza con adultos, la animación debería ir más encaminada aar en qué consiste el libro y qué es lo que les puede aportar, pero sin desvelar muchos misterios del libro.
Creo que todos podemos llegar a tener la facultad de ser animadores a la lectura. Cuando un libro nos ha gustado mucho, lo primero que hacemos es contárselo a todos los que nos rodean. De este mod animamos a los demás a leer. Por lo tanto, todas las cualidades que he descrito anteriormente las tendría una persona que invita a leer un libro a un amigo, por ejemplo. person form explic
puede


la biblioteca como castigo: falta de animación a la lectura en los centros escolares

Durante el tiempo que llevo realizando mis prácticas de Educación Social en un instituto, me he dado cuenta de que, al menos aquí, se trabaja muy poco con la animación a la lectura o, mejor dicho, no se trabaja nada.
Creo que los centros de enseñanza son un lugar idóneo para aficionar a los niños a la lectura y que se deberían mover más tanto profesores como alumnos y, sobre todo, la educadora o educador, para realizar actividades de este tipo.
Resulta triste decirlo, pero la biblioteca en este centro se utiliza, normalmente, para llevar aastigados o a los que están en programas educativos especiales a que realicen las tareas de clase; es decir, se usa como un aula más, pero realmente no suelo ver a gente por allí para lo que debería ir (buscar, consultar, leer libros).
En mi caso, como futura educadora social, si trabajara en un centro de enseñanza, una de las actividades que realizaa sería ésta, la de animar a la lectura. Además, entre las funciones para un educador social en un I.E.S. propuestas por la Junta de Extremadura, aparece precisamente la de encargarse de esto. los niños c



lectura, escuela y familia

Con los libros podemos ser mejores personas, podemos aprender a convivir, nos podemos dar cuenta del error que hemos cometido, podemos aprender a enseñar, a animar a la lectura, nos podemos aficionar, etc.
Otra cuestión muy importante y a la que pocos centros o instituciones le dan la relevancia que debieran es la influencia que tiene el padre/madre/tutor respecto a los hábitos de lectura o no del niño/a.
Por lo que si el niño/a tiene como referente a sus padres y éstos no leen, ellos tampoco leerán. A menos que los padres sepan cómo suscitarles la curiosidad por la lectura, que se podrá convertir en un hábito o en una forma de pasar el tiempo o simplemente se leerá cuando se crea necesario o se precise.
Pero para todo ello también hay que acercar a los padres/madres a la lectura, la cual debería, además, estar enfocada al mejor o más óptimo afrontamiento de problemas que no son capaces de dar respuesta ausada por su falta de habilidades sociales o su desconocimiento en diversos temas.
Todo ellos es una reflexión a una pregunta: por mucho que me animen en clase a leer, si en casa no me lo refuerzan, ¿será positivo? Es decir, ¿qué tiene más influencia en mi decisión, ¿laa o la familia?
Sé que todo influye, pero cada persona es un mundo y no todos reaccionamos de la mismaanera ante una misma situación.
Como ejemplo nos serviría el caso de Lisa Simpson, una niña que tiene un gran interés por aprender, por la lectura, por el conocimiento, por la música..., pero que se encuentraada de una familia inadecuada para sus aspiraciones, deseos y necesidades. Lo que viene a significar que su familia no le ha condicionado, o le condiciona poco, su desarrollo poersonal. Mientras que en su lado opuesto está su hermano Bart, niño que ha adquirido todo lo que su familia le transmite. Todo lo contrario a su hermana. escuel m rode


Cómo fomentar la lectura en el hogar
literatura.elbajio.com

Existe un método muy sencillo para aficionarse a la lectura... ¡leer!
Como padres de familia tenemos como deber inculcar en nuestros hijos este gusto, principalmente porque ello coadyuvará a que vean el estudio con placer y facilitará el aprendizaje.
Aquí encontrarás unos buenos consejos... ¡aprovéchalos!

Forme una pequeña biblioteca en la casa, aunque sea con libros de bajo costo... incluso con libros de segunda mano. Pero escoja libros que estén al alcance de sus hijos: literatura sencilla, poesía, divulgación científica, libros infantiles, diccionarios, enciclopedias, etc. También déjelos escoger sus libros cuando visiten las librerías.

Lea en la casa para dar ejemplo a sus hijos. Usted, padre o madre de familia... es un ejemplo que ellos seguirán.

Cada noche aparte un tiempo de lectura familiar antes de dormir... así sean 30 minutos. Deje que sus hijos seleccionen los libros que serán leídos y deje que sean ellos quienes lean, o bien, tomen turnos: una noche lo hace uno de los hijos; la siguiente uno de los padres... y así sucesivamente. Pero hagan pausas para comentar el contenido de la lectura de una página o de un capítulo corto. Esto les enseñará a hacer lectura crítica. Si nota que un libro de plano no les está gustando... déjelo de leer y empiecen otro.

Lea en voz alta a los niños que aún no saben leer... pero léales de una manera adecuada... es decir, cambiando la voz en cada personaje y gesticulando de acuerdo con la trama del libro.

Después de leer un libro, realice con sus hijos alguna actividad relacionada con el tema. Por ejemplo, si leyeron un libro sobre culturas indígenas (como Leyendas prehispánicas mexicanas, de Otilia Maza; Panorama Editorial), puede ir toda la familia al Museo Nacional de Antropología, si vive en el Distrito Federal, o a otro museo de ese tipo que exista en su localidad, para ver físicamente objetos de la época prehispánica y relacionarlos con lo leído.
Esta actividad no sólo reforzará lo aprendido, sino que también despertará en los niños el interés por la investigación; además, servirá para que los niños se den cuenta de que la lectura tiene aplicación práctica.

Al terminar la lectura del libro, dense un premio todos con un paseo o una salida a comer fuera de casa u otra actividad que todos disfruten.

Siempre que la ocasión lo amerite, regáleles libros... independientemente de que les regale otra cosa también. El día del cumpleaños de sus hijos puede regalarles un juguete o una prenda de vestir... ¡y un libro! Así se darán cuenta del valor que usted le da a los libros. Con el tiempo... ellos llegarán a apreciarlos tanto como usted.

Varíe el tipo de libros que se leen en casa, a menos que sus hijos se muestren muy interesados en un solo tema. Si es así, aliéntelos comprándoles, poco a poco, más libros sobre ese tópico.

No les evite ver televisión, pues si lo hace y ellos creen que es porque 'deben' leer, acabarán odiando los libros. Por el contrario, déjelos escoger uno o dos programas televisivos diarios. Es buena idea buscar libros que tengan alguna relación con los programas de televisión que sus hijos ven. De ninguna manera condicione el tiempo de TV a que hayan terminado una lectura. Además, hay canales televisivos con programas sobre ecosistema, el mundo animal, el mundo marino, culturas antiguas, etc., que se pueden combinar incitando a los hijos a la consulta en libros sobre dudas que surjan en lo que han visto.

Participen en juegos de mesa que se relacionen con la lectura. También hagan crucigramas en familia. Para ello auxíliense con una enciclopedia o un diccionario enciclopédico.

Utilice también revistas como material de lectura... pero escójalas con mucho cuidado.

De vez en cuando visiten bibliotecas públicas y aprendan todos a buscar los libros por tema y por autor.


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